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¡Necesario! 5 Etapas De La Varicela Que Debes Conocer

¿Sabías que las etapas de la varicela puede afectar a cualquier persona? Sus síntomas y complicaciones cambian según la etapa de la enfermedad. Este virus no solo causa sarpullidos, sino que tiene fases definidas importantes de conocer.

En los Estados Unidos, la vacuna contra la varicela previene la enfermedad en más del 90% de los casos. Pero, ¿qué pasa si no estás vacunado?

La varicela, causada por el virus de la varicela-zóster, tiene varias etapas. Desde la incubación hasta la recuperación total. Conocer estas etapas te ayudará a identificar los síntomas tempranos y a evitar complicaciones.

La mayoría de las personas no conoce bien cada fase de la varicela. ¿Estás listo para aprender a reconocer y manejar cada fase? Sigue leyendo para conocer las cinco etapas fundamentales y cómo facilitar la recuperación de manera efectiva.

¿Qué es la varicela?

La varicela es una enfermedad contagiosa causada por el virus varicela-zóster. Se caracteriza por un sarpullido con picazón y ampollas llenas de líquido.

La enfermedad afecta a niños menores de 12 años, pero cualquier persona no vacunada puede contraerla. Es muy contagiosa. Se transmite al tocar las lesiones o inhalar las gotas al toser o estornudar.

El período de incubación dura de 13 a 17 días. En este tiempo, el virus se replica sin mostrar síntomas. Luego, aparecen síntomas como fiebre, cansancio y dolor de cabeza.

Después, empiezan las ampollas rojas que se llenan de líquido. Esta fase dura unos días.

La fase prodrómica dura 48 horas y puede incluir fiebre y tos. Las manchas se llenan de líquido en 6-8 horas y se vuelven transparentes en 24 horas. Luego, las ampollas se rompen y forman costras que caen en 7 a 20 días.

En los Estados Unidos, la vacunación ha reducido mucho la varicela. Se recomienda vacunar a los niños entre 12 y 15 meses. Y darles una segunda dosis entre 4 y 6 años para protegerlos bien.

ETAPAS DE LA VARICELA

Etapa de incubación y primeros síntomas

La varicela es una enfermedad viral muy contagiosa. Afecta a niños y adultos. Es importante saber sobre la incubación y los primeros síntomas para prevenir el contagio.

Período de incubación

La incubación de la varicela dura de 10 a 21 días. Durante este tiempo, no se ven síntomas, pero el virus se puede transmitir fácilmente. La Asociación Española de Pediatría dice que el 96% de los que están expuestos pueden contraer la enfermedad.

Primeros síntomas

Los primeros síntomas de la varicela son leves y vienen antes del sarpullido. Incluyen fiebre, pérdida de apetito, dolor de cabeza, cansancio y malestar. Estos síntomas duran de 2 a 4 días antes del sarpullido.

Es clave identificar estos síntomas iniciales. Así se pueden tomar medidas para evitar el contagio, especialmente en lugares con personas vulnerables. La fiebre y malestar son señales de que la enfermedad puede empezar, ayudando a tomar decisiones para prevenir su propagación.

Etapa de erupción cutánea

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La etapa de erupción cutánea en la varicela es un momento clave. Se caracteriza por el desarrollo de un sarpullido distintivo. Este sarpullido produce picor intenso y comienza en la cara, el cuero cabelludo, el pecho y la espalda. Luego se extiende a otras partes del cuerpo.

Aparición del sarpullido

El sarpullido de la varicela comienza con la aparición de pequeñas pápulas rojas, que son elevaciones en la piel de aspecto inflamado. Estas pápulas, que suelen ser pequeñas y redondeadas, rápidamente evolucionan hacia vesículas llenas de líquido claro, lo que genera una sensación de picazón intensa.

En esta etapa, las vesículas son altamente contagiosas, ya que contienen el virus de la varicela en su interior. Este proceso de transformación de las pápulas en vesículas ocurre en alrededor del 90% de los casos, afectando principalmente a niños menores de diez años.

Generalmente, las erupciones aparecen primero en el tronco, extendiéndose posteriormente al rostro, cuero cabelludo y extremidades. En algunos casos, también pueden formarse en las mucosas internas, como la boca y los genitales, lo que puede causar incomodidad adicional.

Esta evolución es rápida, y en cuestión de días, las vesículas se rompen y forman costras, marcando una nueva etapa en el ciclo de la varicela.

Formación de vesículas

Las pápulas se transforman en vesículas de varicela. Estas vesículas son pequeñas ampollas llenas de líquido. Pueden romperse y exudar antes de convertirse en costras.

El tiempo desde el sarpullido hasta las costras dura de 5 a 7 días. Durante este tiempo, la persona es muy contagiosa. Aunque la mayoría de las personas solo contraen varicela una vez, el virus puede reactivarse y causar herpes zóster más adelante.

  • El sarpullido de varicela puede durar hasta 21 días desde la exposición inicial al virus.
  • Se estima que el 90% de los casos de varicela ocurren en niños menores de diez años.
  • El contacto directo con las ampollas de varicela o la inhalación de partículas virales son formas comunes de contagio.
  • El tratamiento temprano puede mitigar el picor y el malestar asociado con el sarpullido.
DuraciónEtapaCaracterísticas
1-2 díasAparición del sarpullidoPápulas rojas con picor
2-5 díasFormación de vesículasAmpollas llenas de líquido
57 díasDesarrollo de costrasVesículas rotas que exudan

Etapa de formación de costras

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La etapa de formación de costras es clave en la cicatrización de la varicela. Las vesículas abiertas se cubren con costras, lo que indica que el cuerpo está sanando. Esta fase previene infecciones y cicatrices si se cuida bien.

La varicela afecta principalmente a niños menores de 10 años y es muy contagiosa. El virus se propaga por contacto directo o aire. Los pacientes son infecciosos desde un día antes de las lesiones hasta que estas tienen costras.

La fiebre de la varicela puede ser alta, entre 39,5 y 40 ºC. Puede haber desde pocos a cientos de lesiones en la piel. Es clave no rascarse para evitar cicatrices permanentes. Para más consejos sobre bienestar, visita esta guía.

El período de contagiosidad de la varicela dura desde 1 a 2 días antes del exantema hasta que las lesiones tienen costras. Esto suele ser unos 4-5 días después del exantema. Es vital cuidar bien las costras para un proceso de cicatrización óptimo y evitar complicaciones.

Etapa de curación y cicatrización

La curación de la varicela es clave para una recuperación sin problemas. Es importante cuidar bien las costras para evitar infecciones y cicatrices. Esto ayuda a que la piel se recupere bien.

Cubierta de costras

Después de que las vesículas de varicela se rompen, se forman costras. Este proceso dura unos 10 días desde los primeros síntomas. Durante este tiempo, es fácil infectar la piel.

Es crucial mantener las costras limpias y secas. No rascarse es fundamental para evitar cicatrices. Esto es especialmente importante en niños pequeños y personas con sistemas inmunitarios débiles.

Curación

La curación completa puede tomar varios días más. No rascarse es clave para evitar cicatrices. Entre el 7 y el décimo día, las costras caen solas, dejando piel nueva.

Usar cremas hidratantes recomendadas por el médico puede acelerar la curación. Esto también alivia la picazón.

Es importante seguir el proceso de curación de la varicela con atención. Un buen cuidado de las costras asegura una recuperación completa y saludable.

Complicaciones de la varicela

La varicela suele ser benigna pero puede causar complicaciones de la piel y otras enfermedades graves. Estas complicaciones son peligrosas para personas con inmunidad baja, embarazadas y recién nacidos. Vacunarse es la mejor manera de prevenir estas complicaciones graves de la varicela.

Infecciones bacterianas secundarias

Las infecciones bacterianas secundarias son una de las complicaciones más comunes. Estas pueden afectar la piel y los tejidos blandos. Pueden causar celulitis, abscesos y septicemia si las lesiones cutáneas se rascan.

Otras complicaciones

La varicela puede causar otras complicaciones graves. En adultos, la neumonía varicelosa puede llevar a hospitalización y ser mortal. En casos raros, puede causar encefalitis, deshidratación y desequilibrios de líquidos y electrolitos.

La varicela es muy contagiosa. Se puede transmitir fácilmente a través del contacto con mucosidades, saliva y líquido de las ampollas. Vacunar a la población ayuda a prevenir brotes y reducir complicaciones. Es importante buscar atención médica si se presentan síntomas graves como fiebre alta, somnolencia o infecciones cutáneas graves.

Recomendaciones para el tratamiento de la varicela

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El tratamiento de varicela se centra en aliviar los síntomas, como el picor. Es clave mantener las uñas cortas en los niños para evitar daños por rascarse.

Un baño con agua fresca y jabón de avena puede aliviar el picor. Las lociones con calamina también son útiles para el alivio de síntomas.

El médico puede recomendar antihistamínicos orales para el prurito. En casos complicados, se pueden usar antivirales bajo supervisión médica.

Aplicar antisépticos como Cristalmina ayuda a prevenir infecciones secundarias. Esto mejora la higiene de la piel y reduce el malestar.

Desde 1995, la vacunación ha reducido hospitalizaciones y muertes por varicela en niños. Con una cobertura del 88%, la vacuna es cerca de un 90% efectiva.

En resumen, el tratamiento de varicela busca aliviar síntomas y prevenir complicaciones. Incluye desde hidratación de la piel hasta medicación específica en casos graves.

Métodos de prevención de la varicela

La varicela es común, sobre todo en niños de 1 a 14 años. Es clave prevenir su contagio para evitar complicaciones. Veamos los métodos más efectivos para evitar esta enfermedad.

Vacunación

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La vacuna contra la varicela es la mejor manera de prevenirla. Dos dosis de vacuna dan una buena protección. Se recomienda esta vacuna para niños a partir de los 12 meses.

Los niños y mujeres embarazadas sin vacuna deben usar inmunoglobulina si se exponen al virus. Para más información, visita este artículo.

Higiene y precauciones

Además de la vacuna, es clave mantenerse limpio y lavarse las manos a menudo, ya que esto ayuda a reducir la propagación del virus que causa la varicela. La higiene adecuada es fundamental para minimizar el riesgo de infección, tanto para el individuo como para las personas cercanas. Lavarse las manos con agua y jabón durante al menos 20 segundos, especialmente después de toser, estornudar o tocar superficies compartidas, reduce significativamente las posibilidades de transmisión del virus.

Evitar el contacto cercano con personas infectadas es extremadamente importante, ya que la varicela es altamente contagiosa. El virus se puede propagar fácilmente a través de la tos, estornudos o el contacto directo con las vesículas llenas de líquido. Aislar a las personas infectadas y limitar las interacciones cercanas hasta que las lesiones estén completamente curadas es esencial para prevenir nuevos casos.

Además de las medidas preventivas, es crucial manejar los síntomas cuando la enfermedad ya se ha manifestado. Manejar la fiebre con medicamentos antipiréticos, como el paracetamol, puede ayudar a aliviar el malestar y evitar posibles complicaciones. Es importante evitar el uso de aspirina en niños con varicela, ya que puede aumentar el riesgo del síndrome de Reye, una condición grave. Para aliviar el picor intenso que acompaña al sarpullido, el uso de antihistamínicos orales o tópicos es recomendado. También se puede utilizar lociones calmantes, como la loción de calamina, para reducir la irritación en la piel. Bañarse con agua tibia y añadir avena coloidal al agua también puede ser beneficioso.

Estas prácticas no solo previenen la varicela, sino también otras infecciones virales y bacterianas. La atención adecuada a la higiene y el manejo de los síntomas deben comenzar desde el momento de la exposición, ya que la varicela tiene un período de incubación que puede durar entre 10 y 21 días. Durante este tiempo, la persona infectada puede no mostrar síntomas, pero ya puede estar propagando el virus. Por lo tanto, tomar precauciones tempranas y estar atento a los primeros signos de la enfermedad es clave para reducir su impacto y prevenir su diseminación.

La vacuna y su importancia

La importancia de la vacunación contra la varicela no puede subestimarse. La vacuna ha demostrado ser una de las medidas más eficaces para prevenir esta enfermedad, altamente contagiosa, que en épocas anteriores afectaba a la mayoría de los niños antes de llegar a la adultez. Una vez que una persona recibe las dos dosis recomendadas de la vacuna contra la varicela, su nivel de protección es duradero, y la mayoría de los vacunados están protegidos de por vida. Esto no solo disminuye significativamente el riesgo de contraer la enfermedad, sino que también reduce la posibilidad de complicaciones graves, como infecciones secundarias de la piel, neumonía y encefalitis.

El esquema de vacunación infantil consiste en la administración de dos dosis. La primera dosis debe aplicarse cuando el niño tiene entre 12 y 15 meses, y la segunda dosis se recomienda entre los 4 y 6 años de edad. Este calendario garantiza una inmunización óptima, ya que el sistema inmunológico del niño desarrolla una respuesta robusta que lo protege a lo largo de su vida. Esta protección es especialmente importante dado que la varicela, al ser tan contagiosa, puede propagarse fácilmente en comunidades escolares o grupos de niños no vacunados.

Aunque la vacuna contra la varicela es muy efectiva para prevenir la enfermedad, existe una pequeña posibilidad de que algunos individuos desarrollen herpes zóster, también conocido como culebrilla, más adelante en la vida. Esto ocurre porque el virus varicela-zóster puede permanecer inactivo en el sistema nervioso de una persona vacunada y reactivarse años después. Sin embargo, los casos de culebrilla en personas vacunadas son mucho menos comunes y suelen ser menos severos que en aquellos que contrajeron varicela de manera natural.

Para las personas con sistemas inmunológicos debilitados, como aquellas que reciben tratamiento para el cáncer o que padecen VIH/SIDA, la vacunación contra la varicela es de vital importancia. Contraer varicela puede ser mortal para estos grupos, ya que su capacidad de combatir infecciones está gravemente comprometida. Aunque las reacciones adversas graves a la vacuna son extremadamente raras, estas pueden ocurrir, y por eso es esencial vigilar cualquier síntoma inusual después de la vacunación.

Cualquier reacción adversa significativa debe informarse de inmediato a las autoridades de salud para asegurar un monitoreo adecuado. En los Estados Unidos, por ejemplo, existe el Programa de Compensación de Lesiones por Vacunas (VICP), que ofrece asistencia financiera en los raros casos en que una persona sufre una lesión grave a causa de la vacunación. Además, el Sistema de Notificación de Reacciones Adversas a las Vacunas (VAERS) es una herramienta importante para registrar cualquier efecto secundario inesperado y garantizar que se mantenga la seguridad de las vacunas a lo largo del tiempo. Mantener un sistema de vigilancia adecuado asegura que la vacunación siga siendo segura y confiable para todos.

En resumen, la vacunación contra la varicela no solo protege al individuo, sino también a la comunidad en general, al reducir la propagación de este virus altamente contagioso.

A continuación, se muestra una tabla comparativa de grupos vulnerables y su relación con la vacuna contra la varicela:

GrupoRecomendación
Niños (12-15 meses, 4-6 años)Primera dosis a los 15 meses, segunda dosis a los 5 años
Personal de saludAltamente recomendado
Personas con inmunosupresiónContraindicado en casos severos
Convivientes de inmunosuprimidos/prematurosRecomendado para evitar complicaciones
Personas gestantesContraindicado debido a ser una vacuna atenuada

Hablar con tu médico es clave para dudas y más info sobre la vacuna. En resumen, la importancia de la vacunación es proteger contra varicela y sus complicaciones. Esto mejora mucho la salud pública.

Conclusión

Es clave entender las etapas finales de la varicela y cómo manejarlas para aliviar síntomas y recuperarse rápido. Desde la incubación hasta las costras y la cicatrización, cada fase necesita cuidado especial. Siguiendo medidas higiénicas y tratamientos recomendados, puedes aliviar malestares y prevenir complicaciones.

La vacuna es la mejor manera de manejar la varicela, reduciendo casos graves y hospitalizaciones. En España, la vacunación ha bajado la mortalidad y morbilidad por varicela. En 1999, hubo 1,633 ingresos hospitalarios por varicela, mostrando la importancia de la prevención.

Es importante saber cómo se propaga la varicela y reconocer sus síntomas iniciales como fiebre, dolor de cabeza y fatiga. El contagio es alto uno o dos días antes de los sarpullidos. Por eso, la prevención y prácticas de higiene son clave para combatir la enfermedad.

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